domingo, 2 de septiembre de 2012

FUJIMORISMO UNA SOLA FUERZA


Alberto Fujimori  llego a la presidencia solo con un movimiento político quien lo acompaño durante todo el periodo de su gestión, Fujimori nos demostró la eficacia de una democracia cuando es llevada con sensatez y honestidad, no caer en chantajes, ni artificios políticos, la democracia es pueblo, fueron algunos de sus enunciados, estos fueron el eslabón que lo llevo a ejercer el mejor gobierno en la historia del Perú.
Fujimori no necesito de hablar mucho, solo sus obras hablan de la realidad de un gobierno que rindió sus frutos, una cosecha que hasta hoy nos  está permitiendo ser una de las economías más estables .
Pero Fujimori no ha podido desarraigarse de un aspecto generalizado de nuestra cultura “el caudillismo”  algo perjudicial cuando va los extremos de la intolerancia, enemigo de la solidaridad entre partidarios.
En lo personal yo creo en un fujimorismo de hechos demostrados por la persona de Alberto Fujimori, no se trata de inmolación o adoración, sino de respeto a su gestión, por ello mi pleno desacuerdo con el indulto, muy difícil de comprender por aquellos fanáticos  que caen en la sensibilidad sin orgullo, ni honor.
Libertad para el Ing., Fujimori pero con honor y dignidad,  difícil el camino porque intereses políticos lo mantienen preso,  pero es el camino que enseño nuestro líder, el no sometimiento a los chantajes de ninguna especie, Fujimori no claudico ni pidió clemencia ante el terror, ni ante los organismos internacionales,  por el contrario  el nos dio estabilidad con dignidad.
Esto debería ser reflejado por unanimidad en la plana dirigencial del fujimorismo, pero nos falta entendimiento  lo cual atenta contra toda fuerza de unidad política.
El caudillismo afecta la libre elección de miembros adecuados en determinad función dentro de un partido, en todo caso solo se vislumbra el aporte mas no la capacidad, muy difícil encontrar sensatez entre los miembros para dar paso a las personas  idóneas, este es un atributo de los partidos políticos, en donde cada quien desea mejor ubicación .
El ser la segunda fuerza política, está generando mayor presión caudillista, pero  siendo honestos, debemos aceptar que Keiko consiguió casi la mitad de los votos en la campaña  presidencial, no por aumentos de partidarios sino porque muchos no querían a Ollanta, en todo caso tenemos un  25% de fujimoristas incondicionales, de allí  la importancia de conseguir entendimiento y solidaridad para el reto de acrecentar este porcentaje.


El tiempo esta demostrando la toma de conciencia del pueblo peruano a favor de Alberto Fujimori , un 80% esta a favor de  su libertad, algo muy significativo por el cual debemos trabajar juntos.

Encontrar el adecuado equilibrio entre caudillismo y  sensatez partidaria es lo ideal,  una sola visión,  elegir lo mejor para los intereses del partido, una sola fuerza, tal como nos lo demostró el único presidente que nos dio una verdadera democracia, Alberto Fujimori.

Sofía